🐾 Una historia encapsulada en resina
Mayte tiene solo 6 añitos, y fue ella misma —sí, ella— quien le pidió a su madre un colgante para llevar siempre cerquita a su Sulti.
Me conoció a través de redes, y al ver las piezas que hacía, le dijo a su mamá que quería una igual.
No quería un juguete, ni ropa. Quería un recuerdo.
Sultán era mucho más que su perrito. Llegó a casa justo cuando ella nació, y desde entonces fueron inseparables.
Dormían juntos, jugaban todo el día, y si alguna vez desaparecía de su lado… lo llamaba gritando con su vocecita.
Siempre llevaba su patito de peluche en la boca. Siempre.
Por eso, en su colgante no podía faltar esa silueta.
Lo más duro de esta historia es que Sultán falleció solo tres días antes del cumpleaños de Mayte.
Su madre, con el corazón en un puño, quiso regalarle algo que la acompañara siempre.
💛 Así creamos juntas un colgante muy especial, con un mechoncito de su pelaje y la silueta del patito,
para que su hija tuviera algo real, tangible, que le ayudara a seguir sintiéndolo cerca.
¿Por qué comparto esta historia?
Porque hay pedidos que no son solo un encargo.
Son un gesto de amor, de cuidado profundo.
Una forma de honrar un vínculo que no se rompe, aunque ya no esté.
Cada vez que alguien me escribe para pedirme algo así, me siento muy agradecida.
No por el pedido en sí, sino por la confianza tan grande que me dan.
Dejarme trabajar con algo tan valioso como los pelitos de un compañero de vida no es poca cosa.
📌 Gracias por confiar en mí para algo tan bonito, tan duro y tan verdadero como esto.
👉 Si tú también quieres crear algo así, te cuento cómo hacerlo aquí:
www.sohoart.es